Paralelas a la línea de costa, sus 5 kilómetros de longitud abarcan desde la playa de San Miguel hasta la playa de la Fabriquilla, entre las localidades de San Miguel del Cabo y Almadraba de Monteleva.

Estas Salinas costeras, de alrededor de 400 hectáreas, son las únicas cuya explotación industrial permanece activa en Andalucía Oriental.

El origen de su explotación salinera se remonta al período fenicio o cartaginés, aunque hay indicios de que en época romana ya se hacía uso de esta albufera natural reconvertida en salina.

Las lagunas reciben aportaciones hídricas tanto del agua de lluvia, como del mar.

Su funcionamiento es muy sencillo, se crea una barrera entre la costa y las lagunas de forma que cuando sube la marea, aprovechando el desnivel del mar, el agua se introduce en las diversas charcas de escasa profundidad. Gracias al viento tan característico de la Costa levantina y a la insolación el agua acaba por evaporarse dando lugar a la desecación del agua, de donde se extrae finalmente la sal.

El valor productivo de estas salinas data de 40.000 toneladas anuales de sal. ¡Una barbaridad!, ¿no creéis?

Pero esto no es todo, el verdadero atractivo de las Salinas de Cabo de Gata se debe a la biodiversidad animal que utiliza este hábitat como lugar de descanso en su paso migratorio en la ruta África-Europa o como lugar de residencia en los templados inviernos de la región.

De entre las más de 100 especies de aves que se han llegado a contabilizar en estos humedales destaca la gran colonia de flamencos rosados (que puede llegar a estar compuesta por hasta miles de ejemplares) que se toman unas vacaciones durante los meses de julio y agosto en su ruta migratoria.

Entre la gran diversidad de especies animales que se pueden observar en las Salinas, descansan habitualmente entre juncales y carrizales la malvasía cabeciblanca, la avoceta, el chortilejo patinegro, cigüeñales, garzas, gaviotas, flamencos, correlimos y un sinfín más de especies de aves.

Para la contemplación de estas aves existen en las Salinas dos puestos de observación ornitológica a una distancia considerable de las aves para respetar su hábitat y su descanso. Os recomendamos que vayáis equipados de unos prismáticos, y si queréis sacar fotografías de las aves de una cámara con un buen zoom.

Te retamos a que te propongas encontrar el mayor número de especies animales posibles. ¿Cuántas tendrás la suerte de ver?