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Aug / 19

Arrecife de las Sirenas

Arrecife de las Sirenas

Situado en el punto geográfico exacto del Cabo de Gata, el punto más oriental del sur de la Península, el Arrecife de las Sirenas es uno de los rincones más emblemáticos del Parque Natural de Cabo de Gata.

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Su nombre proviene a la presencia de las focas monje del Mediterráneo que habitaban este enclave natural, cuyo canto se cree que era confundido por el de sirenas por los navegantes de la época.

¿No os parece improbable confundir el rugido de estos pesados animales marinos con el embelesador canto de sirenas? A nosotros también, pero quizás los piratas de la zona estuvieran ebrios de ron.

Estas formaciones rocosas que emergen del fondo del mar son en realidad un conjunto de antiguas chimeneas volcánicas, de ahí su característico color oscuro consecuencia del material emanado por ellas.

Muy próximo a esta localización se encuentra el Faro de Cabo de Gata y el mirador de las Sirenas, el lugar perfecto desde el que divisar y contemplar los pendientes acantilados rodeados por un agua cristalina color turquesa, celeste y una amplia paleta de tonalidades verdes y azules que cambian a lo largo del día y no dejan a la imaginación el fondo marino.

Arrecife de las Sirenas en Cabo de Gata

Junto a esta joya de la naturaleza descansa una pequeña cala, la Cala de las Sirenas, donde se tostaban al sol los mamíferos que habitaban la zona. A esta cala se puede acceder por medio de una pequeña bajada, aunque cuando la marea sube queda totalmente inundada por el mar.

Para visitar esta cala te aconsejamos un calzado adecuado, unos escarpines o unas cangrejeras serían idóneo. Desde aquí podrás observar un tramo de guía oxidado y en desuso que alguna vez sirvió para las embarcaciones. Es también el lugar ideal para los más apasionados al buceo y al snorkel.

Arrecife de las Sirenas en Cabo de Gata

Para acceder a este enclave hay que pasar el pequeño pueblo pesquero de San Miguel de Cabo de Gata, bordeando la Reserva de las Salinas a través de una estrecha y sinuosa carretera. Eso sí, el paisaje que ofrece el trayecto y el destino es merecedor de tales curvas.

Si tienes ocasión te recomendamos que no te pierdas unas de las puestas de sol más impresionantes, desde el finisterre suroriental de la Península Ibérica.

Publicado por VILLAZUL